sábado, noviembre 04, 2006

Al amigo y maestro.

¡Qué grato es tener noticias tuyas! Compartiré esta noticia con los pocos que vea en mi entorno, en mi pueblo y con el resto que vea muy ocasionalmente, pues, circunscribo mis actividades a mi parcela, a mis conejos, a mis matas de plátanos y cambures. ¿Hay muchas por allá, verdad? ¡Je, je, je! (Era una broma, pues serìa un milagro tenerlas, salvo en sendos invernaderos).

Lamento que no pueda tener la movilidad del corazón. Uno viaja hasta donde tiene recuerdos, pero sin $ y esos contactos, uno debe replegar las alas hasta momentos propicios y me agrada que haya salido un poco más lejos, puesto que, entre latinos uno no puede sentir las comodidades que se sienten con los ajenos a nuestra cultura, y toda la EVOLUCIÓN PROFESIONAL de la que se está nutriendo le servirá para cuando entre en esos años que no deseamos nos achaquen (ni se asomen) y podrá escribir su blog-novela (o lo que será su proyección vivencial) para rememorar tantas buenas cosas que nos brinda la vida (pero, tambièn, se nos van muy rápidamente ¿verdad?).

Suelo verme con un par de personas de la MLDN. Muchos añoran no haber hecho una mejor inversión vivencial o económica con sus experiencias, pero será el lastre que cargarán, hasta que se superen y perdonen, pues, el pasado se queda atrás y debemos vivir el presente, como si no hubiese un futuro, con expectativas ni incertidumbres.

Deséole, amigo mío, un fabuloso invierno ¡no tan frío! sino con amigos y compañeras que le hagan disfrutar esos años que se desparraman y no sabemos atesorar cuando no los apreciamos, del modo que ellos nos hacen apreciables; pese a un par de canas en la barba -¡que nos delatan!- ante esa hermosa juventud que avasallante quiere asirse y deshacerse de lo que le sea un ligero tropiezo (nuestros consejos) .

¡Què hermosa la vida! No podemos quejarnos, aún con visicitudes... Bueno, ¡Mon Ami!, me es grato el haberme explayado. Sucede que vine a Ccs a reparar un par de cosas en casa de mi Hna. y mañana vuelvo a mi montaña y, si Dios lo permite, cuando salga de allí, saldré de Vzla., pues, por mi parte, me siento mejor fuera de lo que queda de nuestra Vzla, con tanta anarquía política y demagógos... Un abrazo bien cálido y sincero.

Reciba, con ésta, mi sincera estima, agradecimiento y todo lo bueno que pueda echar de menos, mientras dure "expatriado".

¡Gracias, amigo!

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