martes, junio 12, 2012

¡No me ames!


No me amen, cuando no cumpla lo que diga.
No me quieran, cuando yo no dé lo que pido.
No me escriban, cuando no responda a sus letras.

Ódiame cuando te mienta, por salir del paso.
Miénteme, cuando te hiera con la verdad.
¡Fíngeme! Cuando me niegue, de un modo irreconciliable.

Detéstame, cuando lo que diga no sea coherente a mis hechos.
Golpéame, cuando mi palabra sea totalmente fingida y,
Cáusame alguna suerte de herida, cuando yo ame, y me mienta.

No puedo ser amado, cuando no cumplo con mis hijos.
No debo ser querido, cuando -yo mismo- no velo por mí.
¡Mejor sé feliz! … Mientras, poco a poco, voy lejos.

¿Cómo puedo ser amado, si no ofrezco una casa
y un buen lugar para vivir? 
Mejor -ahora que tarde- con mi marcha, he de seguir.

¿Qué me viste? ¿Qué pensaste?
¡Algo malo te pasó!
Yo no soy el que tú anhelas
¡Mucha brecha! entre tú y yo.

No me quieras. No me ames.
¡Tantos modos de pensar!
Son mil formas, que me alejan...
¿No te puedes perdonar?

Ámame, aunque no haya dinero en suficiencia.
Ámame, aunque muchas mujeres me gusten (y me quede con una sola).
Ámame, porque desesperadamente busco un significado para la vida
y, si a nadie tengo, hallaré menos razones.

Ámame, por cuidar de mi salud.
Ámame, por una casa construida a medias.
Ámame, por rechazar tantas cosas...
y, no hay razón que lo remedia.

Quiéreme, si te parezco confundido.
Apréciame, si te llamo a cada rato.
Abrázame, cuando vuelva arrepentido
y -si quieres- ¡Véme como a ingrato!

¿De qué forma te digo?
Soy humano e imperfecto,
y al tenerme como amigo,
¿Podré ser más correcto?

Tengo fallas, más defectos,
y el deseo ¡Por amar!
Son dos cosas, tan distintas,
que se pueden perdonar.

No me ames, no me quieras.
¿Y tan malo puedo ser?
Son las cosas tan opuestas
que los ojos pueden ver.


Secular Hermit ( A. T. )



Junio 12, 2012

viernes, junio 08, 2012

Leaving all over.


I left the school to be my teacher.
I left the rulers to be my master.
I left society to be my own...

I´ll be saved if He (God) wants me to be saved.
That´s not my personal decision solely.

If I cannot prevail here, if I cannot sort earthly and material things out of my daily living, no matter what I trust or desire to be here. (I´ve tried hard, getting very little, by the way).

How could I sort the eternals out? ( Believing, with disbelievings? )

I challenged God to show up His love, much more than in that way He showed Jesus Christ or any in his/her real experience of life, same way He made for His chosen ones: In the past and in the present also.

Such a LOVE is an eternal decision He could make, same way we have had and tried with our wifes, children, family or neighbors on the block.

These are my bottom line beliefs or disbeliefs.

He knows me better than I am.
His love is perfect, I´m lacking everything (He knows it).

Could I add anything to be higher than being a stupid human, a sinner, using the brain and the tools He gave me to walk this earthly passing away?

I could not live a life pleasing Him, although I´ll keep on trying to see what I´d achieve but, anything bigger than my human thinking cannot be easily reached.


Lo malo o lo bueno.



Me agradaría ahorrarle una mala experiencia a cualquiera. Soy subjetivo y parcial al hablar bien o mal de mí mismo, así como cualquiera. Plagiando algunas palabras de Saulo-Pablo (San Pablo), a quien ya segrego por católico para concentrarme en las enseñanzas de Jesucristo y menos en las de cualquier otro ser, les digo: “En poco tengo ser juzgado por Uds o tribunal humano” (I Corintios 4:3-4) ¡ni aún mismo me condeno o me juzgo! (y ésto NO me justifica). Pero soy lo mejor que he podido hacer de mí mismo, lo “mejor” que tengo y no voy a terminar de perder lo poco que me quede.

Hablando en términos mundanos, he comprobado -hasta el hartazgo- que no me identifico con los chavistas, los religiosos, los católicos, los adoradores del patriotismo ni machistas/feministas. De hecho, debido a mi entendimiento de algunas cosas, terminé por divorciarme de una mujer antagónica cuya vida me soportó 13 años, y ese inevitable divorcio emocional comenzó al tercer año de la unión; así que no pondré mayor esperanza en mí que esta incapacidad de completa transigencia: Soy imperfecto, y más cuando veo la falla ajena.

Soy pobre y no he dejado de ser mediocremente productivo. He salido poco del país, he ido poco a comer helados o hamburguesas y, aunque me gane finalmente el Kino, dudo me guste andar por un centro comercial o las calles de un país como éste; así que nadie tenga la esperanza de cambiarme.

Me gustaría un rotundo progreso económico personal, más que el social y, los contados amigos que me reservo, no los quiero arrinconar en la pila de recuerdos: Su lealtad, las veces que me han ayudado, vale más que cualquier otra persona o cosa que este derrotero me haya dado o conocido; así que no hablaré vanamente mal de mi familia o de mis amigos y, cuando lo haga, es por simple comparación referencial. (Los políticos, advenedizos, aprovechadores, etc., no son bienvenidos).

Supongo que los hechos hablan más que las palabras. Haciendo honor a esa verdad, he hablado de más o he escrito en demasía; así que, si alguien quiere conocerme (o ser comprendido por mí) tendrá que leer la traducción de mis emociones, mis “testamentos”; y espero que -en algo- ellas puedan servir as alguien, en tanto tenga el beneficio de la internet. Este huraño ermitaño (Secular Hermit) lleva años volcándose en letras, vaciando ideas y sentimientos en la red. No tengo la verdad, quizá poca razón; pero ésto he sido yo.

Podría enamorarme de alguien como Emily Brontë, pero no me gusta que me gobiernen, subestimen o manipulen (así que me alejo de gente así). Podría volver a enamorarme de Marinel Pérez, de Mónica ... pero la vida no está hecha de dos oportunidades iguales: Si no las amé bien como eran antes, no las amaré como sean ahora.

Suelo hablar de Dios... No tengo su número telefónico, pero anhelo que Él use el mío (+584243035474). Hubo un tiempo en el que fui su enemigo. Por varios años no le creía, no lo entendía, dudaba  y le maldecía. En la adolescencia -entrado en la edad de esa rebeldía- no sólo era enemigo de muchos cristianos, sino amigo del Diablo (y no lo sabía o entendía). De allí que -gracias a Su paciencia- ando ahora de este lado. Ciertamente no creo en hombres ni mujeres, ataco lo que me parezca religión (o extremismo político) y, en medio de mi búsqueda humana -la de un mortal adolescente en edad avanzada- no tengo otro plan para no insistir en que Dios me lleve pronto.

Éxodo




Hay muchas maneras de escaparse, muchas formas de evadirse...
Los viernes, quizá no muchos, acuden al santuario de su soledad. Otros se esconden en las botellas, alguna fiesta o la reunión fuera del lugar de trabajo.

Decenas irán, por ahí, tropezando sus fantasmas, diciéndose cosas que nada bueno dicen. Habrá amaneceres, tardes... ¿Noches? Pero, pocas veces un nuevo día.

Algunos se hundirán más en su droga, otros se distanciarán más de sus mujeres, de sus hijos, sin hallar la puerta de la salida. Otros abordarán el puente de un barco, surcarán el mar con sus ojos, y no sabrán qué puerto les recibe. Pasarán horas, y días, en el vaivén de sus olas, y no sabrán cuál debe ser el puerto final, en el camino de sus derroteros.

Puedo ver el paisaje de nieve... Las explosiones en las mentes de muchos impiden la estrategia correcta para evitar el mortal bombardeo. La madre, cualquiera de muchas, cruzará la frontera con un niño en sus brazos y otros, en su vientre.

Llega a un país ajeno. Nunca quiso pasarse al otro lado pero, el hambre, la miseria... la persecución política, la han llevado al trecho de otra frontera, a reglas nuevas e incomodidades desconocidas.

Te veo a tí, me veo a mí (y su llanto no es como el nuestro).

El padre murió en la batalla... Y, quizá, su hombre murió clavado en el lecho extraño, con una mujer de otro (o con uno igual). ¿Quién conoce el sendero de los tropiezos? Estamos vacíos, estamos sedientos y vivir -así- no calma esa sed.

El niño llora. No hay comida para la una ni para otra ¿Quién vendrá en su socorro? ¿Qué pedirá a cambio?... ¿Altruismo o interés visceral?

Aquel pueblo, oprimido en la esclavitud de quienes se consideraban sus señores, pagaron un precio de enfermedades y señales de muerte. ¿Sólo el dolor nos cambia o moldea?

Antes de aquella salida, como por paga en cientos de agravios, Israel recibió joyas, alhajas y oro... ¿Tienen idea de lo que pesa el lastre de ciertas molestias? ¿Lo incómodo que es andar con el peso del polvo de lo indeseable? (pero Israel rindió culto a sus paganas orgías, a los dioses que veneran en lo oculto).

En Sodoma y Gomorra -la mujer de Lot- volvió su mirada a lo que dejaba atrás, no queriendo perder el secreto que ella sola añoraba... ¿Qué puede ser tan querido, que uno no se desprenda de lo que debe huir y debe dejar atrás, siempre más lejos?

Esa mujer, quizá no como pocas, corría hacia adelante, pero ¡mirando hacia atrás! ¿Qué no soltaba que la huida la petrificó?

Antes del Éxodo israelita, Moisés huyó al desierto. Tuvo un cobarde e irresponsable temor, y éste le llevó a escapar a otra frontera, una vez se supo que mató a un egipcio... Mataremos valientemente y ¿luego huiremos de las consecuencias? (si se pudiera vivir sin ellas).

Vivimos en un mundo de causas y efectos.

Lo que se hace hoy afecta el mañana (nunca se cambia al pasado).

Lo que se dice afecta a otros: Bien sea para bendecir, o para lo contrario.

Lo que se piensa es consecuencia de lo que se hace (y tenemos que ser responsables) ¡No siempre se puede huir! (y, a veces, tenemos que volver de dónde huimos).

Yo, de mi parte, tengo años escapando (lo logré) y en detrimento de algunas cosas.

Hace poco, no es mucho, escapé del país (y lo intentaré hasta que lo logre, de forma definitiva).

Nadie tiene idea de lo que es marcharse o alejarse.

Nadie sabe qué se siente pasar una frontera y meterse en otra (hasta que su pie lo toca, lo padece o lo vive).



Israel huía contenta. La opresión y la miseria la empujaban (pero hay cientos que prefieren vivir presos, en cualquier forma de cautiverio).

Israel llevaba sus joyas -sus alhajas- animales y pertenencias... Yo, llevaba tan poco: Una mujer, y pocas maletas.

Aquellos tenían “en abundancia”. Yo, todavía, no tengo nada (y, quizá, sea mejor).

Moisés regresó a Egipto, por un llamado Supremo. Yo, de mi parte, volví por poca cosa: No tengo quien me llame.

¿Sabes qué se siente?

Israel salía, pero yo huía (y volveré a hacerlo) (ya es cosa de dinero) (no es esclavitud ni loca necedad).

Los israelitas cargaron sus carretas.

La pascua, de aquella noche, fue terrible.

¿Puedes oír los lamentos? ¿Puedes escuchar al egipcio llorando a sus hijos, sus primogénitos? (y eso NO VINO SIN LA DIVINA ADVERTENCIA) (pero siempre hay “hombres” irresponsables en los gobiernos) ¡Hugo Rafael es uno de ellos! (por cierto).

Moisés les advirtió. Aarón, hermano de Moisés, fue testigo de las señales que Dios enviaba a través de su hermano (y, tampoco, le pararon bola).

Yo, a mi salida, llenaba 4 maletas... (sólo una no vino de regreso).

¿Sabes qué se siente?

No extraño aquella maleta... No añoro a esa mujer, sino la libertad de escogencia que se tiene en otra nación (si tienes real) Si no hay plata ¡te jodistes!

Israel, por su parte, tuvo que comérsela y bebérsela, con sus ídolos (quizá yo -aquí- por un rato).

¿Cuántas cosas no tuve que sacrificar?

¿Cuántas cosas no tuve que vender -regalar- sin mirar el precio real de lo que, para mí, ellas valían? (menos mal, gracias a Dios, no vendí ese rancho ni esa tierra) ¿En dónde estaría, sin un techo?

En el regreso, si has de volver, no veas atrás ni a las cosas que dejaste... (Tampoco pienses que el pasado  - “lo que tenías”-  es mejor que lo que “tendrás”: Ambos extremos NO EXISTEN) (el pasado y el futuro no coexisten en el presente).

En este ejercicio de escribir, puedo verme “llorar” herramientas que perdí para comprar una libertad que no conocía.

Puedo sentir la nostalgia de no tener “la luz” que iluminaba mi cuarto -en mis noches- para leer, escribir... (o iluminar a esa mujer que me dió los mejores 2 años que haya disfrutado, recientemente).

¡Fue perfecto! (y pagué el precio de todo: No me debo y nadie me debe).

Podría, pendejanmente, lloriquear esas herramientas de trabajo, mis libros y docenas de cosas ¡Ya no son! (ya no están). ¿Me intimidaré? ¿Me reduciré?

Si tengo que volverme a ir (cosa que deseo) ya no sufriré la nostalgia, y estoy preparado. Si tengo que hacer “otro intento”, ya no será por ensayo y error (sino por un Supremo llamado). ¿Fallaré dos veces, igual? (no lo creo) ¡Pero puedo fallar! (mas no, si lo intento).

Mis apegos, como equipaje, viajan escondidos conmigo (y no me son una carga) (y, a nadie molestan) ¡Bueno! Hay un bultico que... (¡Ja! ¡Ja!).

¿Quién no lleva su cruz, o intenta ponerla a un lado?

¿Quién puede correr -indefinidamente- a las consecuencias de sus decisiones?


Si Dios me da el poder, la capacidad y la oportunidad económica, llenaré mis carros, montaré mi equipaje y saldré de este país (como puedo salir hoy de mí). Si Dios me bendice, como le pido lo haga contigo, haré lo que debo y lo que quiero hacer (con las personas indicadas) (no esclavizado) (no es sus locuras).

Llegado ese día -como lo será en el tuyo- tomaré las maletas y saldré a otra frontera.