domingo, octubre 29, 2006

Otra Esperanza.



Esperar los cambios, sin obrar en ellos o procurarlos, es quedarse cruzado de brazos aguardando un milagro no pedido ni sugerido. Han pasado 8 años. Los cambios que necesitan las naciones no han nacido espontáneamente ¡si serán espontáneos!. Los males de estas naciones viene reptando desded siglos atrás, como en tiempos de la colonia, cuando los hacendados levantaban sus bodeguitas y emitían su propio sistema monetario -fichas- y los peones del fundo tenían que comprar esos productos al precio que sus empleadores decidían, ¡para explotarlos más aún!. Esas fichas no podían emplearse en otras haciendas, debían emplerse SOLAMENTE dentro de su entorno y el patrono se valía del aislamiento monetario y geográfico de los labradores para recolar el resto de la plusvalía que "repartía", como salario, en manos de sus explotados, súbditos de sus feudos aislados del mercado de libre competencia. ¿No es así en Cuba, cuando el Estado regula toda actividad económica en favor de sus intereses feudales? ¿No es así en Venezuela, cuando el uso de los cupones del cesta tickes es coaccionado a usarse en mercancias del Mercal o a productos mercadeados por la empresa de la CASA, s.a.? Compro en el Mercal, porque no tengo un empleo que me produzca lo suficiente para comprar verdadera comida, y la pasta de Spaguetti que ellos comercian sólo puedo ofrecérsela a mi perro...

Sé que cualquier gobierno entrante tendrá las mismas deficiencias. Carlos Andrés Pérez y Hugo tienen tanto en común: ¡Ambos regalaron lo que no es suyo! (Por eso no les duele "regalar") y en el fondo, lo que finguen hacer no es más que para recibir sus comisiones en las prostitutas cuentas secretas de bancos suizos y sucios. ¿Por qué le sacan dinero a Fujimori y no a los Vinicio Carrera que se refugian en otras naciones? ¡Eso me recuerda al General Páez! No dejó volver a Bolívar porque se hubiera vuelto el dictador del Imperio Gran Colombino, con carácter vitalicio! ¿Qué decir del enquistamiento de estos 8 años? Tanto dinero se ha malbaratado, y sigo sin empleo. ¿Me alistaré en alguna de esas "Misiones", para que me mantengan? ¿Me enrolaré en el Ejército de Reserva, por algún beneficio económico y volverme súbdito del Imperio Rojo?

Mi Esperanza ya ni la pongo en el cielo, sino en lo que tengo en las manos y a la mano. Mi Esperanza no la pongo en Dios, pues, paréceme muy lejos, indiferente y no le veo arbitrar en esta carrera armamentista que se esmera en armarse contra el mismo pueblo -¿Contra el Imperio?- y NO HACE NADA CONTRA EL IMPERIO DEL HAMPA Y LA DELINCUENCIA hacinada en cada pueblo o ciudad. ¿No habrá corrupción en la policía, aún cambiándole el nombre? ¡El cambio -verdadero- vendrá cuando se cambie la conciencia! ¿Habrá tiempo?

Mi Esperanzaza la cifro en el voto, en el veto de los que no se han hecho cómplices y de los cómplices que se han arrepentido del error de estos 8 años. ¿Hasta cuando nuestra ley permitirá que el presidencialismo actúe como si Venezuela fuera la hacienda de cada gobernante-partido, y los venezolanos peones usados como empleados por la explotación de los partidos del gobierno?

Mi Esperanza la cifro en el milagro de un cambio de conciencia y actitud, más que en el oportunismo del color X o la expectativa de "Mi Negra" (que la prefiero en mis brazos, más que en el saldo de la cuenta Rojo de estos cubanos, lacayos de la ROBO-lución de Hugo y Cia.)

No hay comentarios.: