martes, abril 08, 2008

Hoy... ¡Feliz!

"No puedo cerrarme a gente cerrada...
No puedo abrirme -más- a gente abierta."



Visité el liceo de mi hijo mayor. Quise buscar su boleta de notas, pero su profesor no estaba...

Haciendo tiempo, para que no fuera un desperdicio, decidí buscar a mi muchacho entre la muchedumbre. Caminando pocos metros, pensé que estaría allí -en la cacha deportiva- jugando basket con otros jóvenes.

Al verle, de inmediato le reconocí por su gorra verde y su cabello al rape. En secreto, me río de la inscripción que el diseñador le puso: "King". Si no lo conocira un poco -¡tal vez!- pensaría que afronta problemas de ego...



Pasé por el negocio de mi amigo Frank. Mientras hablábamos de asuntos de su iglesia -¡No pude evitarlo!- le comenté la sensación que tuve al ver a mi muchacho. No dí los detalles que estas letras delatan, pero, el placer de verle crecer haciéndose un hombre de bien (en medio de su adolescencia), sus músculos, esas venas de atleta... ¡Todo lo que yo no fuí! (Todo lo que yo no soy) Me inspiran profunda reverencia ¡Gratitud! por lo que Dios hace en mi vida...



Frank, padre también, me dice que habrán días es que puedo resentir no crecer con mi hijo... por la necesidad -lamentable- de vivir en un mundo que tiene otras ocupaciones (se refiere al dinero).



No tuve tiempo de contarle que, por mi parte, hice planes unilaterales para los viernes. Pienso que, si mi hijo acepta, me levantaré más temprano para trotar o realizar algún tipo de actividad en la que podamos compartir. No sé si lo siga viendo ¡admirando!. Ignoro si -mañana- siga siendo mi mañana.



P.S.



Gracias "Papá", por tener el placer de poder verme en mi primogénito.

No hay comentarios.: