No me amen, cuando
no cumpla lo que diga.
No me quieran,
cuando yo no dé lo que pido.
No me escriban,
cuando no responda a sus letras.
Ódiame cuando te
mienta, por salir del paso.
Miénteme, cuando te
hiera con la verdad.
¡Fíngeme! Cuando me
niegue, de un modo irreconciliable.
Detéstame, cuando
lo que diga no sea coherente a mis hechos.
Golpéame, cuando mi
palabra sea totalmente fingida y,
Cáusame alguna
suerte de herida, cuando yo ame, y me mienta.
No puedo ser amado,
cuando no cumplo con mis hijos.
No debo ser
querido, cuando -yo mismo- no velo por mí.
¡Mejor sé feliz! … Mientras,
poco a poco, voy lejos.
¿Cómo puedo ser
amado, si no ofrezco una casa
y un buen lugar
para vivir?
Mejor -ahora que
tarde- con mi marcha, he de seguir.
¿Qué me viste? ¿Qué
pensaste?
¡Algo malo te pasó!
Yo no soy el que tú
anhelas
¡Mucha brecha!
entre tú y yo.
No me quieras. No
me ames.
¡Tantos modos de
pensar!
Son mil formas, que
me alejan...
¿No te puedes
perdonar?
Ámame, aunque no
haya dinero en suficiencia.
Ámame, aunque
muchas mujeres me gusten (y me
quede con una sola).
Ámame, porque
desesperadamente busco un significado para la vida
y, si a nadie
tengo, hallaré menos razones.
Ámame, por cuidar
de mi salud.
Ámame, por una casa
construida a medias.
Ámame, por rechazar
tantas cosas...
y, no hay razón
que lo remedia.
Quiéreme, si te
parezco confundido.
Apréciame, si te
llamo a cada rato.
Abrázame, cuando
vuelva arrepentido
y -si quieres- ¡Véme como a ingrato!
¿De qué forma te
digo?
Soy humano e
imperfecto,
y al tenerme como
amigo,
¿Podré ser más
correcto?
Tengo fallas, más
defectos,
y el deseo ¡Por
amar!
Son dos cosas, tan
distintas,
que se pueden
perdonar.
No me ames, no me
quieras.
¿Y tan malo puedo
ser?
Son las cosas tan
opuestas
que los ojos pueden
ver.
Secular Hermit ( A.
T. )
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