A veces vamos con el impulso de hormonas y no por lo sanguíneo de la razón.
Te detienes, miras o no miras (te buscan)
y todo pecho abriga un corazón.
Te busco por ser persona,
no esa figura que prefigura,
ni esos ojos que se destacan
o me mal-tratan.
Te quiero, a tí, por ser tú.
Por amar mi yo, y poder compartir,
algo más que no es la vida,
sino el camino a lo que es eterno.
Diferencias hay ¿cómo no haberlas? ¡Mírate así! ( ¿cómo te niegas? ).
y, caminando a ciegas, tanteando mi camino, elijo mi derrotero y lo amplio del sendero.
Ya no eres doctora y, si lo eres ¡Te querría por eso?
Hoy no eres "suegra" ¿Te amaré por ser la madre de mis hijos, o por la mujer que me acepta, tal como soy?
La conveniencia no es mi búsqueda, sino la convivencia de dos que intentamos ser uno.
No es sólo ese placer del encuentro de dos miradas, sino el descubrir y desnudar afinidades, más que el fundirnos en uno (ya no seremos dos).
Ya no deshojaré margaritas...
No deshojaré la cubierta de otras pieles o caretas.
Esos engaños y mascaradas fueron parte del camino, pero no mi final.
Yo deseo que te quieran por el QUIÉN, y no por conveniencias.
Deseo que te ame por el ERES, y no por lo que debes ni el "así me sirves".
Cada pájaro ensayará su canto, luego el vuelo y soltará su pico...
Y entre todas las mujeres, te busco, y NO TE HE VISTO.
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