No hay mejor amigo que un animal. Ellos son el tipo de "persona" que muy pocas veces te recrimina y, por el contrario, te muestran la lealtad que uno mismo tiene dificultad en dar.
Mientras pintaba en casa de los Gobetto (con Josh, mi primogénito) nos divertíamos jugando con estos animalitos del haras... ¡Cuánta falta hacen!
Recuerdo las muchas veces que "Eli", un rotty como éste, expuso su salud por la mía... Lamentablemente, por mi empeño en irme a Colombia, lo abandoné, no lo atendí como debía ¡mi prioridad era egocéntrica!
(La puse HERMANO MÍO) (Aprendí la lección).
Por otro lado, éste animalito -al parecer- se perdió en la montaña...
¡Se está yendo la "gente" buena!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario