sábado, diciembre 26, 2015

A secret? Dec 2015





Keep it as it is. ;)

jueves, diciembre 24, 2015

Indeseable Adiós



El Hecho de que uno sea besuqueado (o de que nos besuqueen) no significa que tengamos algún derecho sobre la vida de esa persona que nos otorgue tal momento o eufórico privilegio. Sin embargo, si el evento se repite más de una vez -incluso- en diferentes sitios y tiempos, esto me hace presumir que hay algún tipo de relación pero ¿Qué clase de relación es esa?

Si soy una persona legalmente comprometida con otra, si se sabe que -públicamente- estoy con alguien más, ese besuqueo fue algo más que un flirteo o un desliz pero, si estoy emocional y físicamente solo, esa reciprocidad de afectos, caricias bucales acompañadas de manoseos y tibios abrazos, no debe significar sólo una aventura fugaz de un momento pero ¿Qué tipo de relación se inicia (o establece) en esa clase de visible mutualidad circunstancial extemporánea?

Cuando era muchacho, un simple abrazo o manifestación pública de ese tipo de caricias significaba algo más que “pasar un momento”. Hoy, por lo que parece ser, es algo intrascendente que puede producirse, aceptarse -o rechazarse de inmediato- y, si hay espacio de tiempo, puede negociarse el tipo de “razón”, limitando significados u acuerdos para esa manifestación de emociones imprevistas que no necesariamente son un compromiso de afectos a mediano o largo plazo.



Admito ser disfuncional en eso. No creo ser impulsivo en abrazar o besar a extraños pero, ya he visto que hay gente así y, la generación del 2.000, tiene otra percepción de cosas que me son nuevas, y debo actualizarme.

Hace 3 o 4 años fui abrazado, besado... Y me sentí mimado, consentido, querido y amado. No supe comprender el significado de unas lágrimas que se desbordaron como en un tropel aturdido de besos y, cuando pregunté qué significaba eso que brotaba en sus ojos (lágrimas, luego del bálsamo de aquellos plácidos y sorpresivos besos) la chica con quien me efusivamente me besaba no dio respuesta, sino miradas evasivas y, en lugar de aclarar mi desconcierto, lloró más con furtiva reserva, casi siéndome esquiva; a lo que hube de aceptar la posibilidad de un indeseable adiós que vendría cuando intuí que no me besaba a mí, sino a sí misma, con el deseo que ella tenía de besar a alguien quien no le correspondía (y no era yo) pues, la amé con genuina e intensa sinceridad, aunque tuve que confrontarme en medio de apetecibles deseos y demarcados límites, en esas no tácitas condiciones que ella impondría -ya visiblemente- a la mutualidad que yo me permitía, y desearía a largo plazo. ¿Cómo desaprovechar ese momento, aunque no fuera totalmente para mí?



Era la segunda vez que todo yo sucumbía a lo que parecía seramor. Me enamoré de esa mujer como cuando tuve 26 años, y ya ella andaba en el tránsito de sus 40. Ha sido la mujer más sexy (y complicada) que mis brazos hayan cargado a pleno peso, que mi pecho haya intentado retener con reluctante denuedo y hoy, por nada del mundo, desearía involucrarme en una relación que no fuera una verdadera relación, ciertamente una definible como cualquier otra convencional: No soy hombre de tríos ni de fantasías.

No quiero volver a desperdiciar todo un año de mi vida creyendo que estoy conociendo a alguien, que resultase como ésta. No quiero volver a repetir una situación semejante en la que me halle dispuesto a ayudar a una dama en dificultades y, al hacerlo, me involucre emocionalmente en una relación que no es una relación recíproca pues, nadie merece desengañarse de algo que construyó con tanto cariño -y nada fue- sino una relación imprevista donde se daban besos y afectos descomprometidos, en un espacio de tiempo que parecía tener un carácter exclusivo y, al término de ese año, lo que de mi parte entendí o asumí, yo daba más allá de una asistencia filial, y a tiempo no advertí que comprometía mi amor propio, mientras la otra parte involucrada tuvo una percepción muy distinta y descomprometida, al punto que -cuando el momento dela confrontación llegó- el desenlace fue repugnante, amargo, doloroso (creo que para ambos) y, el desagrado que le produje al efectuar mi justo reclamo, quedó sellado con una final repulsión que ella definió como nauseabundo aborrecimiento (no hartazgo) y su actitud fue diametralmente opuesta a la prodigalidad efusiva de aquellas horas enteras de compañía que nos dimos adornándonos de besos, tibios y efusivos abrazos o sanos coqueteos (que parecían una relación sin término de tiempo).

El estar con ella era como pasar todo un fin de semana con quien cualquier enamorado desearía involucrarse toda una vida. Nuestras charlas, presenciales o no, eran asunto de horas y amaneceres pero -cuando reclamé la exclusividad sexual que yo pensé merecía- ella misma me hizo comprender que yo asumí todo ese afecto “mal”, que no me lo debí permitir pues, me enamoré con ese todo visceral y emocional que, en ese momento, sabía lo que tenía e invertía (sin nada a qué temer).



Pienso que, a la edad que sea, lo que duele de un adiós indeseable es esa privación emocional, física o sexual de la persona que nuestras vísceras han estimado más allá de lo que uno mismo se estima. Uno puede querer a alguien con el natural cariño pero, cuando las hormonas y los apetitos del deseo sexual o erótico han valorado a una persona más allá del grado visceral de nuestra autoestima, nuestra reacción es más rápida y violenta que el enojo y estoy seguro que se asemeja a la respuesta que damos cuando alguien intenta privarnos de la libertad: Somos adictos de muchos deseos viscerales y emocionales.

Años antes, cuando me involucré con la profe Elizabeth, yo sabía -e intuía- una fecha “indeterminada” de expiración para esa relación. Yo advertí en nosotros varias diferencias reconocibles tempranamente y -al notarlas- se las avisé, las puntualicé y, al comentárselas, Elizabeth trató de animarme para que siguiésemos esa relación así (como si las cosas solas se ajustasen). Muy pocas personas se auto-prescriben finales predecibles, conscientes de que el término llegará cercano: Su estatus social, su religión, los hábitos de su vida eran bien distintos a los míos. Su búsqueda social y entretenimientos distaban kilómetros de los que me son de uso pero, como me dio la opción a “ese probar” en lo que emocionalmente yo no invertiría mucho, sólo tuvimos encuentros sexuales un par de veces y, sentimentalmente, no me involucré tanto como lo hice con Carol I., la de esa relación a quien hoy le resulto indefectiblemente un ser repugnante. ¿Para qué sirvió lo que se vivió? No lo sé pero, en cuanto a mí, la edad y estas vivencias no me dejarán caer en una relación que no era, ciertamente, un asunto de comprometer mi corazón (ni de nadie).

Uno no debe embarcarse en la aventura de amares cuando los elementos de factibilidad sentimental ya te indiquen riesgo de pérdidas o caídas de sus valores. Cualquiera que sea la suerte que se busque en las inversiones afectivas no son un azar, y se invierte para ganar, no para perder.

Nadie que resuelva intentar remendar un corazón destrozado (en una relación previa) debería exponerse al riesgo de hacerse sufrir con el suyo. Nadie que portase ese maletín de Primeros Auxilios sentimental, debería olvidar un botiquín adicional para la auto-cura pero, en mi ingenuidad, no supe entender que aquella mujer no lloraba el afecto del esposo que perdía con otra, sino el cariño de un amante que corría con su esposa y la reconciliación la deshacía interiormente, dejándola sin nada y, en un sentido, ella perdía a dos grandes amores (y ciega o estúpidamente mordisqueé de las sobras que eran para otros).

Hoy, a menos de un lustro de esa tremenda lección, he visto sus fotos, su vientre deseable, plano y blanco... Y sigue “perfecta” (y herida). Ayer, haciendo mis compras, imaginé volver a verla y, en auto-reproche, reconozco debo hacer un real esfuerzo para desprenderme del deseo retenido, más que del afecto sostenido pues, ella no tiene nada que ver con mi cambio interior y, el desear toparme con su mirada y palabras (en ese desdén) comprendí lo que sería contraproducente a mi caso, como terapia excedida de shock... ¿Qué hay en ella que yo necesite? Yo no quería sólo su vagina, sino lo que imaginé era toda ella. ¿Qué ha cambiado -en mí- como si yo tuviese algo nuevo que agregar al valor de su inexistente necesidad? ¡Nada! Creo ser la misma persona, con menos valor material en el intercambio de mercaderías.

La lección que puedo intuir en mi futuro (y ha sucedido así, al efecto) es que no volveré a hacer de médico Samaritano. Si alguien se conduele de sí, por cualquier pasión no correspondida, no pararé en mi camino y -cuando mucho- sólo lanzaré una mirada a ese trecho por el que de inmediato huiré, por mi bien. ¿De qué sirvió la empatía de todo un año? Sin embargo, sé que siempre corresponderé con quien -de veras- padezca una necesidad elemental de asistencia (pero no me involucraré emocionalmente, tal como hace poco hice, al saber que otra dama fue abandonada por un marido joven que dejó a otra vieja). ¡No! “Un clavo saca a otro clavo” pero no haré de clavo ni de martillo. Si “algo” queda para mí, si he de vivir de carroña o de sobras, que no tenga yo el rol de curandero.

Alguien ha dicho, con propiedad: “No ama el que quiere, sino quien puede” y, en ese sentido, las relaciones de parejas tienen un importante factor de inversión que la conveniencia (o el oportunismo) obvia en la miopía de su filantropía: El estatus económico y los recursos del atributo sexual. Esta mañana, mientras escribía estas ideas, pude ver un documental sobre los cocodrilos y, en la sección que tiene que ver con la época del apareamiento y su manejo sexual en grupos, la psique de ese animal hace el mismo tipo de piruetas o subterfugios que los humanos hacemos para “convencer” a la hembra que queremos copular (ella es quien hace la elección de quien la monta) ¡Somos un mar de propuestas! (y ellas dan la respuesta del “sí” o del “no” con sus propias condiciones) ¡Nunca fueron las nuestras!

El cocodrilo o caimán no tiene oportunidad de exhibir su musculatura como otros animales, pero demuestra su fuerza amatoria en ciertas luchas (como lo harían los móviles osos). El caimán no tiene que exhibir el grueso de su billetera ni su cartera de clientes (como lo haría un vendedor que desea atraer una compañera de negocios) pero hace cosas que “la hembra” entiende como bulto y como grueso (cada ser sabe lo que busca y espera).

En la marcha prenupcial hembra y macho se exploran -se tocan- y todo es a tientas; con el mismo margen de error humano nos “muestra” lo que haya bajo las ropas, o las aparentes buenas intenciones. ¿No son ellas las verdaderas depredadoras? Ha! Ha! (Y nos hacen creer que somos nosotros los que “las depredamos”). ¡Vaya fantasía la de cada romance!

Lo bueno del documental, tal cual sucede en la naturaleza, es que las nuevas familias inician sin hijos: Cada padre llega solo al nuevo lecho (porque muchos “hijos” alcanzan la autonomía alimentaria en menos de un año). ¡Muy distinto al proceso de los humanos!

La “mamá” cocodrilo no se va con otro caimán de río con los hijos de uniones previas (fantástico asunto económico que facilita la cópula) ¿No se ahorraría el hombre gran dificultad con eso de la manutención de las celosas parentelas? ¡A nadie le gustan los problemas!

Si el caimán ha tenido hijos con otras hembras, en otra época, ni unos contra otros procrearán en detrimentos de los nuevos hijos, ¡Ufff! ¡Vaya alivio “familiar”! ¿Tendrán hijos celosos de otra madre? :P

La intimidad sexual del caimán no tiene que lidiar con la existencia de crías previas y es posible que uno y otros se dediquen al crío de la misma estirpe (son sociales y semigrupales). ¿Es malo contar con una buena suegra?

Los humanos, como seres distintos, solemos atender a nuestros hijos por más de veinte años y, al finalizar una relación de parejas, debemos atravesar por fuertes cambios que dislocan los nexos emocionales que alguna vez “programamos” para que fueran más que duraderos y, en muchos casos -como me pasó a mí- llegué a casarme, estando enamorado de otra mujer, y no de mi ex esposa. ¿No era justo que yo me involucrara emocionalmente a una mujer confusamente enamorada de un ex amante que la evitaba, mientras que ella luchaba por separarse de su marido legal de 20 años quien, a su vez, la cambió por otra que era más joven? ¡Justo eso fue! Ni ella misma sabía por qué causa lloraba el día que me homenajeó con esos besos agridulces... ;)

Nunca sabré cuán aborrecible he sido, tras el embeleso y, si a ese haber inventariado he de remitirme, luché interiormente con ese rechazo, con las ganas frustradas de hacerla mía (siendo ella de otros) y, en medio de mis complejos de inferioridad o insuficiencia -de cualquier naturaleza- no atiné a contemplar nuestras reales diferencias (que eran muchas) pues testarudamente las desestimé porque quise fundirme en ella, de toda ella… ¡Qué pendejear de cosas! Era sexo sublimado (y nunca estuve en sus sábanas, ni en sus planes).

Goodbye, flaquita!

Sigues siendo hermosa (y todo se acaba). :)


domingo, noviembre 15, 2015

B/w

This is for those who love to see life in black and white (B/w)   ;)

“ ... Chroniclers of the period report that the plague had spread from Italy to Spain and northward to France. By 1350, the plague was in Scandinavia. In more densely populated areas or cities such as Paris, Oxford and London almost 66% of the population was killed. Other, more isolated regions such as Bohemia were virtually unscathed since traders rarely ventured into them.
Medieval Europe responded with many reactions. A few people decided that since life was short, indulging in pleasures while you could was the order of the day. Others saw the plague as the Christian God's punishment for sin. The power of the Catholic Church increased in the face of imminent death. Some Christians believed that self-desecration would make up for past sins. One movement, the Flagellants believed that whipping themselves and others would atone for sins. Besides self-abuse, they scapegoat others, specifically the Jews. This led to mass persecutions. Of course, none of these actions altered the course of the epidemics of the plague.
The result of the introduction of the bubonic plague into Europe was devastating. There were too few people to work the land, estates lost financial power that, in turn, provided an opportunity for kings to centralize power. Teachers and tutors in universities died and, with them, learning. Hence the term Dark Ages...”

Source:

https://c.aarc.org/resources/biological/history.asp

domingo, agosto 23, 2015

To Emily


Your letter brought tears to my eyes.. all I've ever wanted was to have someone love me the way you do... maybe one day God will allow me to marry a man who loves me like you.

I'm so sad.. I don't understand.. why every time I love people.. they leave me.. I don't know what I do wrong...

Well, I have no idea, little sister but, if we dare to share our thoughts and ideas -here- we could know (or learn) from our separated worlds or walks.

I don´t know you (1)
We have shared too little (2)
and what we´ve got -online- is but a few, but enough (3).

The Emily I loved was a short woman who reminded me Emily Brontë. I almost felt "she" was you (or you was "she").

When I read those letters (love letters) you wrote to "Leo", I think I knew the one I think I know.

As long as I read those letters you wrote to that "loved one", I think I knew your heart, your soul and I said to myself: "She deserved to be loved" and, without knowing it, I loved you and I felt hurt when someone hurt you, and left you. (We cannot change ppl´s choices) (we also have similar rights) so we´re entitled to love those we want to love.

By those days, I had no idea who you are (except by the PASSION you showed by writing).

Today I have no idea on who you are or what would be those reasons you could be left.

Being honest (more honest, because I don´t have needs to lie) I cared NOTHING if you were sick, handicapped or out of your mind: I loved you! With a passion I never felt or thought before.




I hated all who hurt you and left you. I´m glad I had the time to hide and, when you left CC, I got confused and, when you were unwilling or hindered to chat on CC´s room, when you said you were not permitted to talk on LIVE CHATS, I hate the family you had, I had the conditions you were "living" on and, if I had the money to go to Trinidad "to save you" I would have gone, because I would have loved you, no matter you had AIDS or walked on a wheel chair (a thing I was scared when you approached me on CC, using that nickname I never thought you would use). It was a deja vú I feared and, if I was younger, if I was there -negrita- I would have tried to loved you, even to propose you marriage; but I faced vasectomy to avoid children and, to my own regret, I chose to live like a church mouse (even poorly) so I have nothing to give any woman, except what I think what I have as my life.

Negrita! Long distance relationships are not good enough to live by or with.

We human ppl need living ppl, near doors.

You are the most beautiful woman I´ve ever met. I don´t mind if you are blind, "ugly" or handicapped to your own mind: I would love you, with my own (and, if Venezuela was´t what it is presently, I would take you HOME) but Venezuela is not a home: YOU are any man´s home.

If he takes you as you are, YOU ARE HIS HOME.

I don´t know how to help you but, if you tell me "what you´re doing wrong" I think we could find out.

Are you being picky?

Are you seeking a handsome boy "everybody" loves?

If you dare to tell me, I can try to help.

You are beautiful and, if you are that girl I saw on your CC avatar, you are ALSO beautiful in your external shape: I loved that hair I saw on those tiny pics. I loved the shape I think I saw when you showed me the moment when you was baptized so, what any NORMAL man would lack in meeting you?

I also think that man you recently fed, that poor and rejected one, would love you eternally.

Emily! You are the most wonderful young woman I have met online.

You might not be perfect like God´s angels, but you are a woman, and a beautiful woman and, if you need more help, get a psychologist: Something could be wrong in the way you´re approached but, for me, you are wonderful and, I have no way to tell you that so, if I had more means (youth + money) I would reach you, wherever you are.

Have faith!

Grow inside, and I hope to meet you in heaven. I don´t know you yet, as a whole human being, but I love you, anyhow.

How could I tell you? How could I hug you, the way I am?

God and time will tell. (Do not hurry! Life is eternal)

I love you, Emily Hoooo.


jueves, febrero 12, 2015

Short-term relationships


     I´ve recently read that several young people regret not meeting other folks, their age, who were willing to cope with long-term relationships. I wouldn´t say it is a form of reluctance but a normal social behavior aimed to stay with their best choice, as long as these get matured and find out what they really liked from their acquaintance. Some people do want to be utterly committed, but few are grown-up enough to endure long-term commitments, economically, romantically or lovingly.

The Lord Jesus said something to think of: “'Well done, good and faithful servant. You have been faithful over a little; I will set you over much...” (Mat 25:23) and “Anyone who can be trusted in little matters can also be trusted in important matters. But anyone who is dishonest in little matters will be dishonest in important matters.” (Luke 16:10) Was He talking about being trusted in long or short term things?

And, if we are good friends, worthy as loyal ones, can´t we get the best of short-run friendship and long-term fellowship?

Several years ago I tried one odd thing and I failed. I was wooing at an old friend I had and her nice-looking sister liked me much more; so I did the best I could to draw her to me and -soon after- I lost the one I should have taken... What a foolish thing I did! I have met that for years, we studied in the same training school, but I liked her sister more: Poor me! (but let me remember Lot´s wife, to avoid looking back).

How could I deserve a long-term relationship, if I´m not loyal enough with old friends?

That´s where I liked another lesson Jesus gave me about human relationships when He was talking to a woman who chose short-termed relationships at some “randomized” convenience: She was thirsty of eternal life and probably all tired out (Jn 4:15). She asked Him a break (and a relief) of that toil she knew and He asked about her loved ones: “The woman answered, "I don't have a husband." "That's right," Jesus replied, "you're telling the truth. You don't have a husband. You have already been married five times, and the man you are now living with isn't your husband." ” (Jn 4:16-18)

Was she really married? No! Let´s update what Jesus probably said: “"You're telling the truth. You don't have a husband. You have already been with five men, and the man you are now living with isn't your husband."” Does it look easier to be seen and understood? That was a euphemism, not an exact statement.

I´m like that Samaritan! I don´t know about you: But I´m that sinner.

She was thirsty of something she knew, there was something she could not quench deep inside her life, and probably some recurrent unwillingness bothered or her wounded heart acted like a stumbling block on few of those short-term commitments... How could I be good enough for a long-term relationship if I´m not good -and loyal enough- during short-term fellowships?

She have tried it 5 times! Let´s say she wasn´t left, let´s say she was the one leaving men behind. Let´s suppose she was left 5 times... Was something wrong in a person left? (Is something wrong in a person leaving?) Sure! Both parties involved are accountable for leaving and being left (the innocents and emotionally damaged are those children).

Could that lesson be a moral rebuke just for me? Sometimes I wanted “the blessing”, but with nothing offered or spiritually promised.

Allow me to say something more about a Samaritan man Jesus spoke of: He was on his way doing a business trip and founded out a person in need. He felt pity (Lk 10:33) But what sort of a relationship will be one like that, a long-term or a short-termed relationship? It seemed a naive parable, it seemed a make-believe story but, after 2000 years, I know it is a true story I should learn about, because I´ve seen it in my life too, several ways.

That Samaritan man asked nothing in turn. Instead, he gave money the inn keeper when he was leaving that injured person he took in charge. During that process of healing, they probably shared good times talking about each other; yet the good Samaritan endangered his reputation and life when saving an unkown person, and that is where I like Jesus´ words: “Greater love has no man than this, that a man gives up his life for his friends. ” (Jn 15:13) (Jn 13:35).

Giving up life: Is it a long-term issue in your life or a short-term deal you cope with daily? You know it well and you chose it each time.

I cannot get a better job if I´m not good enough at simple tasks. I don´t deserve better things if I´m not taking care at those few I actually had: “... You have been true in a small thing...” (Matt. 25:20-23). That principle applies to human relationship, not only to borrowed material talents we said we owned.


When I was in my late 20´s I met a lot of people who were friendly. If I tried to meet several of them now, I´d be utterly rejected or I would do the same disapproving them. Those friends I had have changed, and I have changed myself, in a way “we” could say properly we were happy we shared one or two decades, and I know it because I have met a couple of them, and their life is quite different the way we were: The have children, spouses, new habits I don´t cope with and, worst than that, I´m not the young man they knew (or liked) so, without doubts I can say life is built up on the successions of short-termed relationships.

Look at Jesus´ life. He spent 3,5 years with His disciples. He only had 3 favorites friends of those 12 he chose and his own brothers were not His close friends: “Jesus' brothers (…) did not believe in him.” (Jn 7:5) He nearly lived with them 30 years and those homies showed little respect for an old sibling: “You should leave here (…) If you want to be well known, you must not hide what you do.” (Jn 7:3-4).

Look at His loved ones: “And when his family heard it, they went out to seize him, for they were saying, "He is out of his mind."” (Mark 3:21) and see how He dealt with those he purposely ignored shortly: “Jesus asked, "Who is my mother? Who are my brothers?"” (Mark 3:33; Matt 12:50). “It is not possible for you to be hated by the world; but I am hated by it, because I give witness that what it does is evil.“ (John 7:7)

If you´re not willing to cope with short-term relationships you´d probably miss longer ones; and just have a look on Jesus´ eternal scope, because what He did reached you and me out, a couple of millenniums now.

Jacob wanted to marry Rachel and, having no other choice to pick her out from her father´s house, he dared to work 14 years to marry her.

Moses married the one he liked, and Abraham wrongly heard the one God had promised a child. Was that life journey easy for all of them? No! It wasn´t easy.

Here´s another tip Jesus left: “By your endurance you will gain your lives.” (Lk. 21:19) That applies to our personal fellowship of beliefs and ideas. Many think faith and believing are enough to get heavens, but they´re missing up those words saying “easy comes, easy goes” because long-termed endurance has a moral purpose.

What if Jacob had fought and talked back against Laban to get Rachel instead of Leah?

What if that Samaritan woman needed to learn certain lessons -the hard way- before being properly committed? Let´s say Jesus wanted the woman to be married; same way the other woman He told: “Go your way and never do wrong again.” (Jn 8:11)

Short-term relationships prepare us for a better endurance of love and eternity. I don´t deserve something better if I´m not taking care of the good things I´m actually granted. If I´m not good at virtual friendship, if I lacked the ability to keep a simple friend most of my life (which is a short-term relationship) I´m not yet ready for the engagement of marriage, which is a long-termed commitment of love and look at this thought the Bible gave: “A friend is loving at all times, and becomes a brother in times of trouble.” (Pro 17:17) If I haven´t tried this way, I´d better stopping my whining: That´s my direct fault being alone!

For boosting yourselves, I wish you could watch the movie “The Ultimate Gift” (2007) or the nasty movie “The wolf of Wall Street” (2013) There you´d see why some “friends” are sought (Prov. 14:20, 17:9, 18:24) and why some are lately rejected. In both movies part of this wicked life is very well portrayed, yet the edifying one is that Ultimate Gift.